Este jabón natural con base de aceite de oliva cuenta con un suave aroma dulce, no produce a penas espuma pero sí mucha cremosidad. Contiene miel, que actúa como regenerante y antioxidante de la piel.
Las medidas aproximadas de cada unidad son: 7cm x 2,5cm x 3,5cm y tenemos disponibles 3 unidades que se venden juntas.
Los ingredientes de este jabón son: aceite de oliva, cacao, canela, agua, azúcar, miel, colorante marrón, dióxido de titanio (colorante blanco) y aroma dulce.
Para garantizar que tu jabón dure más tiempo en perfectas condiciones debes:
- Antes de su uso puedes conservarlo en cualquier cajón o armario de casa que no sea estanco, alejado de humedades y sin cubrir con plásticos. Si lo quieres conservar más tiempo no es necesario que lo envuelvas, y si lo haces, ha de ser con un papel o tela fina.
- Durante su uso procura dejarlo secar por completo tras cada lavado, por ejemplo, encima de jabonera donde no se estanque el agua.
Lee esta “información” si quieres conocer el proceso de creación de los jabones de aceite y pincha aquí si quieres encargar jabones personalizados.
El jabón fabricado con aceite de oliva contiene propiedades por sí mismo que son beneficiosas para la piel. Este jabón resulta muy maleable para crear diseños especiales y su composición es perfecta para ser combinado con elementos naturales que le aportan más nutrientes adaptados a cada tipo de piel. Por su formulación retiene un aroma sutil y textura agradable.
Un jabón natural con base de aceite surge de la reacción entre tres componentes: aceites o mantecas, agua y sosa, mediante un proceso de saponificación.
Explicaré brevemente cómo fabrico los jabones de aceite:
Mido las cantidades exactas de estos ingredientes base. Mezclo el agua y la sosa por una parte, lo que da como resultado una mezcla a temperaturas elevadas. El aceite se calienta por otra parte y cuando ambos componentes se encuentren a una temperatura aproximada de 40º se mezclan con cuidado hasta que se cree una “traza” dónde se vea espesar el líquido. A continuación se añaden los colorantes, esencias aromáticas y elementos que enriquezcan el jabón como: manteca de karité, miel, tomillo, vitaminas, aceite rosa mosqueta, aceite de coco…
Durante mis procesos suelo jugar con los diseños, separando la base de jabón y dándole a cada una una densidad y colores distintos para cumplir los propósitos del diseño. Todo ello se vierte en un molde de silicona de distintos tamaños (usualmente de más de 1 litro de capacidad) y se deja reposar tapado o envuelto durante 48 horas.
Pasados dos días, se desmolda y corta el jabón para proceder a completar el proceso de saponificación, en el que reservamos el jabón lejos de la luz pero con ventilación, y que dura de unas 4 a 5 semanas. En este proceso la sosa desaparece y el jabón está listo para su uso.